“Haré de ti una NACIÓN grande”.
Génesis 12:2 NVI.
Abraham es conocido como «el Padre de la fe»; no obstante, el contenido de los diálogos que tuvo con el Señor no fueron acerca de la fe, sino de la NACIÓN. Desde el primer momento en que el Señor estableció la interlocución con él, tuvo un tema sobre la mesa: la nación.
En cien años de comunión con el Señor se registran cinco diálogos entre Dios y Abraham; los cuales tuvieron un tema en común: nación. Por eso es indispensable que los hombres y mujeres de fe nos formemos en liderazgo de nación, porque la voluntad de Dios para nuestra vida es que podamos bendecir a nuestras naciones.
Traigamos a la mesa el perfil de tres grandes líderes que Dios usó para bendecir a sus naciones, de quiénes los formaron y mentorearon para que llegaran a ser líderes transformadores:
1. Esther y Mardoqueo
Ella fue una joven marcada por la adversidad, tanto el exilio como la orfandad, pudieron ser excusas valederas para no tras-cender. Mardoqueo, figura del Espíritu Santo y del mentor por excelencia, sacó de la joven Esther la Reina que llevaba dentro, preparándola para una vida de gobierno en esferas de poder y sobre todo formándola para una vida de plenitud desde el ejercicio de su propósito en bienestar de todo su pueblo.
2. Angela Merkel y Horst Kasner
Ella quien lideró y gobernó Alemania durante 16 años, se dio a conocer por su temple y capacidad de postergar decisiones, por ser la última en retirarse de una mesa de negociación, por reposicionar a su nación en el tablero mundial. Una mujer con un ego casi invisible que fue formada por el pastor Horst Kasner, su padre, quien la mentoreó para que los valores fueran siempre su signo distin-tivo.
3. Condoleezza Rice y John Wesley
Rice: fue la Secretaria de Estado del segundo período del Presidente George W. Bush, siendo la primera mujer afroamericana en ejercer ese cargo. Una mujer que le hablaba al oído al hombre más poderoso del mundo desde su envidiable formación académica con licenciatura, maestría y doctorado en ciencias políticas y rectora de la Universidad de Standford. Fue formada en la iglesia donde el pastor era su padre, John Wesley Rice. «Mi padre me formó con la determinación y los valores para liderar un mundo de hombres blancos», expresó para darle crédito a su mentor.
Oro, en el nombre de Jesús, para que seas el mentor o el mentoreado y puedas ser parte activa del liderazgo de nación que nuestro Señor está levantando en Latinoamérica.